Las joyas, accesorios que se hacen imprescindibles a la hora de vestir, y aunque su estilo va cambiando a lo largo del tiempo, la plata y el oro existen desde hace miles de años.

Además de minerales, también se utilizaban materiales más rudimentarios como huesos, conchas, o dientes. Fue durante la edad de bronce cuando se produce una auténtica revolución en la joyería. Se crean las primeras pulseras, anillos o collares de metal, muy apreciados por las personas más notables de la época.

La joyería en el Antiguo Egipto, Gracias a la tradición de enterrar a sus faraones y personas influyentes con las joyas, en la época actual se pueden conocer cómo elaboraban los egipcios las joyas y que materiales empleaban.

En Grecia se desarrolló la técnica de la filigrana, a partir de hilos de oro soldados se hacían trenzados, cadenas o mallas flexibles para decorar las joyas.

Roma. Todo tipo de complementos y adornos podían ser joyas, entre ellas peinetas, pendientes, anillos o agujas de pelo y estaban hechas con todo tipo de materiales, como el oro y la plata o la cerámica y porcelana y con piedras preciosas como son las esmeraldas o los zafiros. Es en este periodo donde nace la tradición de entregar el anillo a la pareja como símbolo de compromiso que continúa hoy en día. Renacimiento.

En la época del renacimiento ya se comercializaba con piedras preciosas, lo cual supuso un avance importante en la joyería. Se crean varios fabricantes de joyas, los joyeros baratos, creadores de la bisutería. Los joyeros caros o joailliers.

En la actualidad la forma de crear joyas ha cambiado y avanzado gracias a la tecnología y la creación de nuevas técnicas. Los estudios de joyería continúan avanzando en la creación de nuevos modelos en su afán de agradar a los clientes más exigentes. La evolución de la talla de las piedras preciosas, aporta mucho más brillo y color, pudiendo crear joyas mucho más vistosas y atractivas (Talla Hearts and Arrows)

En la imagen inferior vemos los retratos de El Fayum, de la joyería romana, en la parte muperior nuestra reproducción del modelo de la época.